Aislamiento Térmico y Eficiencia Energética.

Un buen aislamiento es de por sí una obra de rehabilitación sostenible. El aislamiento de calidad proporciona a las viviendas características significativas para mantener la temperatura dentro de la vivienda, en función de la que hay fuera en la calle.

También con esto, se evitan las condensaciones en las viviendas y las molestias que ocasionan con la formación de microorganismos.

Es por ello que con el aislamiento se consigue un ahorro de energía, tanto de luz, como de gas, consiguiendo además con esto una disminución del importe de nuestras facturas.

El aislamiento térmico se ayuda de diversas técnicas para lograr una disminución de la demanda de energía, como los muros, cubiertas o cerramientos con aislantes térmicos. Logrando que se mantenga el calor o el frio dentro de la vivienda. Además de otras muchas ventajas para el usuario.

Cubriendo toda la cadena de valor, desde el asesoramiento, diseño, desarrollo e implantación de proyectos y soluciones de gestión y eficiencia energética, incluido el aprovisionamiento de tecnología, hasta la optimización energética de las instalaciones.

Al incorporar el aislamiento térmico se reduce la factura energética de un 30 a un 50% en edificios rehabilitados o incluso del 95% en nueva construcción al incorporar aislamiento térmico en el edificio. Disminuye las pérdidas de calor o frío (invierno/verano) dentro de la vivienda; por tanto, la energía necesaria para calentar o enfriar las habitaciones será menor, haciendo que ahorremos dinero en nuestra factura energética y, a nivel global, que se reduzca el consumo del país.